Es tan fácil decir cosas malas a espaldas de la gente

Es tan fácil ponerles a caldo

Es tan fácil sacar defectos 

Ridiculizar

Te crees muy valiente al soltar todo aquello que se te ha pasado por la cabeza (sea cierto o no) a espaldas de alguien, tan solo para ridiculizarlo, y de alguna forma, intentar sentirte mejor.

Pero cada vez son más y más cosas que vas acumulando y necesitas soltar.

Un día te das cuenta de que contarselo a otras personas que no sean ese alguien a quien tanto odias, no sirve de nada...

Y el rencor, la rabia, los celos, la ira... te reconcomen por dentro.

Necesitas soltarlo... y no sabes a quién, hasta que un día te encuentras con ese alguien.

Y te callas...

¿A que no eres tan valiente de decírmelo a la cara?

Sinceramente, estoy deseando que llegue el momento. No por mí, sino por tí... Si a mi lo que me digas me va a dar igual. Cuando sueltes la última palabra, puede que lo único que te diga será un:

- Ya era hora... 

Y así darme la vuelta, marcharme y seguir con mi vida de siempre.