miércoles, 28 de marzo de 2012

La verdad es que no sé qué voy a hacer...
    Aunque pensemos, horas y horas... días y días, en lo que haremos cuando pase lo que tememos, en el momento en que ocurra, nos sorprenderemos a nosotros mismos. No siempre ocurrirá lo que habíamos planeado. Es más, la probabilidad de que acertemos con nuestra futura reacción, es casi nula.
...Casi nula...
    Y aún así, nosotros insistimos en pensar cómo actuaremos en el momento clave. Seguimos dándole vueltas a la cabeza. Seguimos perdiendo el tiempo.
    Iba a decir que con la experiencia que tengo en este tema, he aprendido a seguir con mi vida, a no esperar que lo que no quiero que llegue, llame a mi puerta. Pero eso sería engañaros y engañarme a mí misma.
    Estoy en un momento de duda.
    Existe una situación que no quiero que ocurra. Tenía una idea de lo que iba a hacer, pero después de darle mucho al coco, ya no sé qué pensar. No quiero que llegue ese día... porque no quiero saber si seré el tipo de persona que no me gusta, o si haré lo que en un principio no tenía en mente.
Es raro...
"Me intimida, me encierra sin dejarme escapatoria.
Me siento pequeñita cuando me habla,
cuando me mira,
cuando me observa.
Pero, en ese cuarto donde me encierra,
encuentro ternura, dulzura,
protección.
De alguna manera este cuarto se me está haciendo acogedor."

4 comentarios:

  1. Si la persona que eres hoy no te desagrada, quédate con eso. Vive el momento y sé quien eres ahora, al menos, de momento. El resto puede esperar :)

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  2. Es cuestión de cómo actuar con otras personas.
    No me gusta desagradar a la gente...
    Pero a veces no hay otra opción.. :/

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  3. Lo primero es no desagradarte a ti misma. El resto del mundo puede esperar :)
    Sabes? Me encantas.

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  4. Curioso, porque yo no lo veo así.

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