Hay a veces que te puedes llevar un chasco tan grande, que crees que no vas a salir de él.

Con una vida entera, te centraste tan solo en una mínima parte de ella. Te enamoraste de ese trocito que cerraba un puzle en tu cabeza.

Pero esa parte, de un día para otro, desapareció.

Lloras, sueltas todas las lágrimas que hay dentro de ti, hasta que te quedas vacía. Quieres estar sola pero necesitas estar con alguien. Quieres echarlo todo afuera. La vida se dio un traspies y tienes que volver a ponerla en tu sitio. Debes mentalizarte de ello.

Ahora lo ves todo negro, pero llegará un momento en que estarás cansada de estar triste. Sin más, verás la vida de otra manera, mucho mejor que antes, y te darás cuenta de que tienes que disfrutarla al máximo y no estar tumbada en la cama llorando todo el día.

Cosiendo esa pequeña herida que te han hecho en tu corazoncito. 

Hay que pasar página.