lunes, 16 de mayo de 2011

Malas noticias

 - Hola...
 - Hola, ¿qué pasa? He recibido tu mensaje y he venido lo antes que he podido- vino con cara de preocupación. Normal, mandarle ese mensaje a las horas a las que se lo mandé... Normal que esté preocupado... además... buf...
 - Esto, es que.. tenía que decirte algo..- me temblaba la boca. No sabía cómo decirle ahora esto- Ehm... Será mejor que te sientes.
    Le señalé el sofá para invitarle a que se sentase. Él vaciló. Vio mi cara de preocupación y no pudo evitar ponerse nervioso:
 - ¿Ha pasado algo grave?
 -  Ehm... esto...- yo estaba sentada en una silla, miraba todo el rato mis manos agarradas entre sí, sobre mis piernas. Intentaba evitar su mirada, evitar su futura reacción-. He... ido al médico esta mañana y...-no pude contenerme, se me cayó la primera lágrima.

    Me miró. Sabía que la noticia no iba a ser buena. se acercó a mí y puso su mano derecha sobre las mías, para animarme a decir lo que le tenía que decir hace un rato. Mientras, con la mano izquierda, se limitó a quitarme la lágrima que caía por mi mejilla.

 - Bu-bueno... Esta mañana... fui a recoger unas pruebas que me hice hace un tiempo... y....- tragué saliva- el médico me ha dicho que tengo...- le miré- cáncer.
Y al soltarlo, me eché a llorar.

En cuanto tu vida parece tener algo de sentido, aparece algo que te pilla desprevenido y trastoca todo aquéllo que soñabas hacer en un futuro.


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